¿Láser, Plasma o Bótox? :: Mi primer tratamiento
Reconozco que si bien llevo años relacionada a esta
industria, no me atrevía a ir más allá del maquillaje y entregarme a algún
centro de estética. Como a cualquiera de nosotras, la vanidad también a veces
me juega alguna mala pasada, por lo que debo reconocer que algo como mi
rosácea, ya me estaba empezando a molestar en algunos de los tutoriales que
tanto disfruto hacer.
Una amiga me comentó de una nueva Clínica Estética
dirigida por un Cirujano Plástico de renombre que había traído un nuevo tratamiento
a Chile, además de técnicas de rejuvenecimiento a través de la fijación de
tejidos…
Sin nada que perder y mucha curiosidad para satisfacer, concerté
una primera cita. La Clínica ubicada en un edificio en Vitacura con Luis
Pasteur, ostentaba su logo en la puerta: Rejuvemed.
Lo primero que llamó mi atención fue que el director de
la Clínica, el doctor Gustavo Alfaro, me recibió en su oficina, y antes que
todo se dio el tiempo necesario para saber mis hábitos, mi estilo de vida, mis
preocupaciones y mis necesidades. Me comentó sobre la importancia de estar
consiente de lo que hacemos día a día y entender por qué lo hacemos, desde lo
que comemos, hasta el tema holístico.
En una conversación grata, muy filosófica y fundamentalista,
donde la estética y la vanidad quedaban relegadas a quinto plano; mi historial
de operaciones, médicos, nariz, boca, y todas las aprehensiones que pudiera
tener, las cuales se traducían en que le tuviese pavor a cualquier tipo de tratamiento
cosmético por mínimamente invasivo que fuese, estaban ya sobre la mesa.
La empatía y sentir que realmente me estaban escuchando, me
llevó a confiar que no quería solamente
venderme su “producto”, sino mas bien llegar a qué procedimiento se debía aplicar
de acuerdo a mi persona, porque ningún procedimiento sirve si no lleva un
proceso de cabeza asociado.
“La búsqueda de la belleza debe ser desde el interior…” –
con esas palabras, ratifiqué que estaba en el lugar adecuado para mí, dónde el
enfoque del médico se alineaba con mi creencia sobre el maquillaje, por lo que
dejando de lado mis miedos, la cita para mi Láser Neodimio-YAG (láser para la
rosácea y las telangiectasias o arañas vasculares), quedó agendada.
Para mi primera sesión, dado que el láser se ocupa con intensidad y en barrido para tratar la rosácea, probaron en una zona reducida para ver cómo reaccionaba mi piel, mientras comenzaban con el trabajo puntual para las telangiectasias, cauterizándolas. El procedimiento duró aproximadamente una media hora, alternando compresas de frío con el láser.
Para mi primera sesión, dado que el láser se ocupa con intensidad y en barrido para tratar la rosácea, probaron en una zona reducida para ver cómo reaccionaba mi piel, mientras comenzaban con el trabajo puntual para las telangiectasias, cauterizándolas. El procedimiento duró aproximadamente una media hora, alternando compresas de frío con el láser.
Me dijeron que podrían salir pequeñas ampollitas puntuales en los puntos que se cauterizaban, por lo que era primordial un cuidado extremo del sol y roces, ya que la piel queda considerablemente delicada en esas áreas.
Debo decir que los primeros días me parecía a la novia de
Frankestein y andaba por las penumbras oculta de cualquier rayito de sol, como
un alter ego vampirezco.
Las ampollas pasaron a ser pequeñas costras las cuales se
cayeron con el pasar de los días. Poco a poco mi piel se fue recuperando y me
pude dar cuenta que más de un 90% de las venitas no estaban.
Para cuidar mi piel durante la primera semana usé la Cicabio Crème de Bioderma en los puntos trabajados.
Luego de 4 semanas volví a mi segunda sesión, y gracias a
que mi piel había reaccionado de buena manera a la prueba anterior, me
aplicaron el láser de barrido contra la rosácea.
Si bien mi piel quedó bastante sensible y reactiva los
primeros días, como si estuviese con una rosácea constante, ya se podía entrever
cuál sería el resultado. Una piel más saludable, luminosa, con un aspecto
radiante y rejuvenecida, iba emergiendo bajo la capa mas externa y carreteada de
mi cara, cual cebolla.
Pero no fue fácil, ya que esta etapa del tratamiento requirió un cuidado intenso. Evitar cambios bruscos de temperatura, eliminar la champañita por completo, no utilizar ningún tipo de crema con ácidos, y nada de deporte… en resumen nada vaso dilatador.
Como constante hidratación, nuevamente usé la Cicabio Crème de Bioderma en las zonas tratadas.
A rasgos generales, además de paciencia para darle el
tiempo necesario a nuestra piel para que se recupere, cada tratamiento mínimo debe
contar con entre 2 y 4 sesiones de acuerdo a la intensidad, tipo de tratamiento
y necesidades del paciente. Toda la info, tipos de tratamientos y más, la
pueden revisar en www.rejuvemed.cl.
Para terminar, mis recomendaciones en pos de lograr el
mejor resultado posible son: seguir las instrucciones al pie de la letra, hacerlo
en invierno y ser full matea con los cuidados. Así, los resultados valdrán
tanto la pena, que como en mi caso, a pesar de mis miedos y los sacrificios asociados a los tratamientos, voy a volver a Rejuvemed por más. Mi próximo experimento; Plasma rico en Plaquetas. Stay tunned...
2 meses después de mi primera sesión mi piel luce así. |
https://prophecypublishing.org/como-crear-listas-de-reproduccion-en-el-reproductor-de-windows-media/
ResponderEliminarA rasgos generales, además de paciencia para darle el tiempo necesario a nuestra piel para que se recupere, cada tratamiento mínimo debe contar con entre 2 y 4 sesiones de acuerdo a la intensidad, tipo de tratamiento y necesidades del paciente.
Es increible lo que se ha logrado en tu piel, veo las imagenes y no lo creo. Mi esposa ha estado pensando en el botox y creo que puede ser una gran alternativa. Le mostraré tu articulo para que se convenza por ella misma.
ResponderEliminarsaludos