“En la imperfección radica la belleza” :: Entrevista para Descubre París


Hace algunas semanas salió esta entrevista en Descubre París, sobre mi visión de la belleza... Aquí se las comparto!!! o puedes ir directamente al link AQUÍ.

Beatriz Palma es arquitecta de profesión, pero descubrió una relación muy cercana al maquillaje, actividad que es el motor de su desarrollo profesional y humano donde sabe convergen dos áreas del maquillaje muy distintas, que van desde el ámbito social hasta editoriales en revistas de moda como Vanidades, Caras, Cosas, Mujer, entre otras, e incluso en la formación de maquilladores profesionales bajo esta mirada tan cercana y personalizada que ofrece a cada uno de sus clientes.


El camino no ha sido fácil, pero tampoco complejo. Ha desarrollado por diez años una carrera con una filosofía muy particular, una especie de coaching que ayuda a la mujer a comprenderse a sí misma a partir de sus propias inseguridades y experiencias pasadas. Beatriz tuvo labio leporino y bajo dicha condición que marcó su infancia, encontró una forma de catarsis que vio en el maquillaje una maravillosa técnica de perfeccionamiento.

¿Qué fue lo que encontraste con el maquillaje?
Al principio encontré dentro del maquillaje una excusa para tapar todo lo que no me gustaba, aquello que quería negar de mi misma. Un día me maquillé los ojos y descubrí que tenía unos ojos que se veían hermosos, pronto desapareció mi cicatriz, aumentaba mi seguridad y yo dejaba de ver un defecto y comenzaba a ver una virtud. Eso es lo que he traspasado al maquillaje:  trabajar desde la autoestima empoderando la vida.


Desde entonces Bea trabaja con sus clientas diversos procesos buscando la aceptación y desde este diálogo, la belleza. “Un día te das cuenta que no necesitas andar maquillada muy a la moda, sino que de debes dejar de ser agresiva contigo misma y encontrar aquello que más te conviene”, comenta la maquilladora.

¿Cómo es este proceso?
Es muy importante conocer a tu clienta. Muchas veces me atrevo a decir que el 20 % del talento es maquillaje y el 80% radica una conversación mujer a mujer. A veces hay que romper tantos paradigmas que vienen del mundo de la belleza. Lo cierto es que tenemos la ventaja de lograr una muy buena decodificación del otro, por lo que podemos hacer muchas lecturas respecto a cómo estás sentada, cómo reaccionas cuando te toco o si simplemente te miras o no al espejo cuando te maquillo. Todo esto dice algo, si eres o no segura, o estás cómoda con lo que estoy haciendo. Sólo se trata de cinco minutos más para llegar a las personas. Necesitamos aumentar el refuerzo positivo en vez del negativo


Desde este discurso social entrar al mundo editorial -claramente estereotipado por los medios- no debió ser una tarea fácil…
Es distinto, es un mundo muy competitivo -y de mucho ego- donde cada uno quiere vitrina; y es entendible porque todos queremos mostrar lo que hacemos. Es fácil vernos ensimismados y enamorados de esta industria, pero lo tomo como una propuesta artística, que te da la opción de jugar mucho más. Las editoriales son propuestas estética, con nuevos y variados materiales. Sin duda, un desafío interesante en mi carrera, un motor gigante. Tú tienes las herramientas para hacer pero el caso es cómo creas y te contrapones a algo nuevo.


¿Cómo podemos volver a encontrar el significado de la belleza?
Desde la imperfección hablamos de la perfección, si bien la simetría produce estabilidad, es la imperfección aquello que te cautiva y te produce volver a mirar, te parece atractivo. La perfección está super sobrevalorada y es en la imperfección donde radica la belleza.



¿Cuáles son aquellos tips que todas deberíamos conocer?
Por sobre todas las cosas volver a sonreír.  A veces estamos enfrascadas en nuestros problemas y eso proyecta demasiado. Somos tan individualistas que resulta complicado generar un contacto real con las personas y olvidamos que una sonrisa es lejos, el mejor maquillaje. Lo otro es no ser agresivas. Sabemos que esto no será simple, siempre tenemos alguna fijación, pero pensemos de esta manera: “por una mala, dos buenas”. Y por último, el auto conocimiento: aprender a respetarse y tener tolerancia. A medida que nos aceptamos, vamos creciendo. Nos miramos y nos atrevemos a hacer cosas nuevas.


Cariños
Bea

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